Bali mantiene en vilo a los viajeros, y la cultura local es tu clave para comprenderla. Los templos y centros culturales mezclan antiguas tradiciones con creatividad moderna, y algunos ofrecen ceremonias nocturnas. Las audioguías o los anfitriones locales añaden un rico contexto sin la formalidad de los grandes tours. Lleva una botella de agua reutilizable, ponte crema solar y lleva algo de dinero en metálico, ya que los warungs y las tiendas más pequeñas suelen preferirlo a las tarjetas. Las primeras horas de la mañana son ideales para visitar tranquilamente los templos o hacer excursiones panorámicas, mientras que las últimas horas de la tarde traen temperaturas más frescas y una luz más suave. Ordena ahora lo esencial y deja que la intuición guíe tu viaje. Los conductores y los taxis empiezan temprano, por lo que es fácil coger las excursiones al amanecer. La mayoría de las atracciones aceptan entradas de móvil, así que haz capturas de pantalla para evitar problemas de señal irregular. Las tarjetas SIM locales son asequibles y te ayudan a evitar tasas de itinerancia inesperadas.